Encontrarnos en una situación donde el barco con el que navegamos se hunde, es una de las peores situaciones en la que nos podemos encontrar, normalmente este hundimiento siempre viene acompañado de más inconvenientes como mal tiempo, poca visibilidad, frio,.. lo que agrava aún más la situación.
Nunca perder la calma.
A pesar de pensar que los barcos se hunden por completo al entrar una gran cantidad de agua, no es del todo cierto, hoy en día las embarcaciones de recreo la mayoría están construidas con fibra de vidrio lo que les confía cierta flotabilidad, además, por lo general siempre queda algún hueco con aire en los compartimentos que hace que no se hunda del todo.
Aún sin hundirse el barco por completo, sigue siendo igual o más peligroso quedarse a bordo, puesto que el barco deja de ser estable, y muy probablemente termine dando la vuelta, lo que nos podría dificultar la huida.
Es por ello que debemos ser precavidos y no abandonar el barco hasta último momento, pero siempre teniendo en cuenta los riesgos de abandonarlo demasiado tarde.
Porque no abandonar el barco hasta último momento?
El mar es un medio hostil, y cuanto mayor sea el elemento que nos separe del agua, aunque la embarcación esté algo escorada o deteriorada, mayor será nuestro porcentaje de supervivencia.
Este es el momento para preparar todo lo que necesitamos para abandonar el barco y contactar por VHF con todos los barcos o la costa que tengamos cerca de nosotros, también podemos llamar por teléfono a emergencias y hacer señales de pirotecnia a los barcos que tengamos a la vista.
Poder escapar de un barco que se está hundiendo a uno estable significa poner fin a la odisea.
Debemos evitar cansarnos
Lo primero que se recomienda, independientemente de lo caliente o tranquila que este el agua es ponernos el chaleco salvavidas. El principal motivo es que nos aportará flotabilidad en caso de tener que entrar en el agua.
Evitará que nos cansemos nadando y puesto que ya no necesitamos nadar, podremos utilizar los brazos y piernas para colocarnos la posición fetal. Esta posición de “ovillo” nos mantendrá calientes más tiempo y evitará que podamos dar algún golpe a algún elemento del barco que esté semisumergido.
Debemos tener muy presente que el principal motivo de ahogamiento aun estando en aguas cálidas, es la hipotermia. El cuerpo sumergido en el agua pierde la temperatura corporal 20 veces más rápido que fuera del agua, es por ello que debemos estar bien abrigados y permanecer compactos.



Posición fetal, disminuye la perdida de calor corporal
Siempre que podamos permaneceremos cerca de los demás tripulantes, en grupo, cuanto mayor sea el grupo más fácil de localizarnos será y nos podremos ayudar entre nosotros.
Evitaremos alejarnos mucho del barco para que desde el aire seamos más fáciles de identificar y siempre que podamos utilizar algún elemento para mejorar nuestra flotabilidad lo utilizaremos como por ejemplo puertas, defensas,…
Si disponemos de una embarcación auxiliar como una neumática, la utilizaremos e intentaremos entrar lo máximo de secos posible a ella y traeremos con nosotros además del chaleco salvavidas puesto, ropa de abrigo, agua para beber e intentaremos recoger el maletín con las señales pirotécnicas (bengalas, cohetes y bote de humo).
Es muy importante no perder la calma y centrar toda la atención en el rescate!
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